En la OEA, el Diálogo Nacional del Presidente con Autoridades Indígenas y Ancestrales marca ruta para consolidar la institucionalidad de los pueblos indígenas

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la OEA celebró la “VIII Semana Interamericana de los Pueblos Indígenas”, en la que Guatemala participó en el Diálogo Nacional del Presidente con Autoridades Indígenas y Ancestrales. La delegación guatemalteca estuvo representada por Mónica Mazariegos, subsecretaria privada de Asuntos y Relaciones Políticas de la Presidencia, y Dina Juc, alcaldesa de la Municipalidad Indígena de Santa Lucía Utatlán y autoridad indígena participante de las Asambleas Nacionales de Diálogo con Autoridades Indígenas y Ancestrales.

En seguimiento al apoyo que se brinda al presidente de la República en su diálogo con los pueblos, ambas compartieron las experiencias de este ejercicio democrático de diálogo permanente entre autoridades indígenas y ancestrales.

Los Estados miembros de la OEA y la Secretaría General Adjunta felicitaron al Gobierno de Guatemala por este ejercicio de democracia participativa, reconociendo el diálogo como un pilar central de la política de Estado del país.

Mónica Mazariegos destacó que, los diálogos de alto nivel se realizan con el propósito de establecer agendas de trabajo conjunto, tanto a nivel nacional como a nivel territorial.

El diálogo de alto nivel entre el presidente de la República, Bernardo Arévalo, y las autoridades indígenas y ancestrales se realiza una vez al mes. Son reuniones en formato asambleario, abiertas y deliberativas, con una agenda de trabajo conjunto que busca dotar de simbolismo a este espacio, y resignificar los ámbitos de toma de decisiones.

Las autoridades indígenas que transitan por el Palacio Nacional participan en la toma de decisiones y en la deliberación dentro de un espacio político de diálogo abierto. Desde la Presidencia se reconoce y reivindica el lugar que ocupan los pueblos indígenas, dejando atrás visiones reduccionistas que los catalogaban únicamente como comunidades o grupos étnicos. Este reconocimiento se sustenta en el marco del derecho internacional, que los considera sujetos de derechos históricos y colectivos, con autoridades propias que forman parte de la estructura del Estado y que, junto con el presidente de la República, desarrollan estas reuniones y una agenda de trabajo.

Esta agenda, que estructura los diálogos, materializa lo que se discute y acuerda en propuestas de política pública en temas como educación, salud, infraestructura, economía, derechos colectivos, medio ambiente, entre otros.

La agenda nacional de trabajo conjunto se basa en ocho ejes estratégicos, de los cuales se han priorizado temas específicos. Cada mes, se invita a autoridades de gobierno de alto nivel para dialogar, intercambiar experiencias, fomentar el aprendizaje recíproco y el reconocimiento mutuo, asegurando así que la información sobre la gestión de gobierno llegue a los territorios.