
El presidente de la República, Bernardo Arévalo, presidió la decimoquinta Asamblea Nacional de Diálogo con Autoridades Indígenas y Ancestrales, centrada en los avances de las instituciones que atienden específicamente a los pueblos indígenas: la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI), la Comisión Presidencial Contra la Discriminación y el Racismo (CODISRA), el Fondo de Desarrollo Indígena Guatemalteco (FODIGUA) y la Academia de Lenguas Mayas de Guatemala (ALMG).
En su intervención, el presidente Arévalo remarcó que la inversión en pueblos indígenas no puede limitarse únicamente a las instituciones creadas para ese fin, sino que debe ser entendida como una responsabilidad de todo el aparato estatal. “Lo que tenemos que tener claro también es que el Gobierno, no invierte en las poblaciones indígenas solo a través de estas instituciones. Interviene e invierte en los pueblos indígenas a través del conjunto de las instituciones del Estado, y lo que tenemos que ver es qué es lo que se está haciendo”, afirmó.
Arévalo también enfatizó la prioridad de fortalecer la institucionalidad indígena como un pilar del Estado plural que se está construyendo, reconociendo el papel fundamental que estas entidades desempeñan en la representación y defensa de los derechos colectivos. Además, propuso imaginar un nuevo modelo de inversión pública que permita a estas instituciones nacer, desarrollarse y actuar desde la lógica de los pueblos, no desde esquemas impuestos.
En la Asamblea se presentaron los avances de las cuatro instituciones:
El Gobierno de la República reafirma su compromiso con la justicia histórica y la transformación del modelo de atención a los pueblos, entendiendo la inversión pública como una herramienta clave para construir un Estado plural, con equidad y visión intercultural.
Estas reuniones forman parte de un ciclo de encuentros que el presidente Arévalo ha sostenido desde el inicio de su mandato con autoridades y representantes indígenas. Además, buscan dar seguimiento sistemático a las demandas planteadas, fortalecer el papel de las instituciones propias de los pueblos indígenas y consolidar mecanismos permanentes de participación.
La Asamblea cerró con un llamado del presidente Arévalo a reconocer que la transformación institucional no se logra con promesas ni discursos, sino con trabajo sostenido y articulado.


